Los swaps, en términos sencillos, son contratos mediante los cuales dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades o flujos de efectivo en fechas futuras.
Los swaps, en términos sencillos, son contratos mediante los cuales dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades o flujos de efectivo en fechas futuras.
Aunque un swap se puede referir a cualquier intercambio futuro de bienes, lo más común es que estos contratos estén referenciados a diferentes variables, como pueden ser tasas de interés, indicadores de precios, cotizaciones de una acción, etc.
Esto es generalmente útil para proteger pagos que tienen una tasa de interés variable; mediante el uso de un swap una de las partes puede comprometerse a pagar una tasa fija sobre el capital de forma que tendrá la certeza de que el interés determinado por la tasa variable será cubierto por el compromiso futuro de pago de la contraparte.
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