Es una cantidad de dinero que aparta una persona durante su vida productiva, para invertir, con el objetivo de tener esos recursos financieros disponibles una vez decida dejar de trabajar.
Es una cantidad de dinero que aparta una persona durante su vida productiva, para invertir, con el objetivo de tener esos recursos financieros disponibles una vez decida dejar de trabajar. La idea es que pueda retirarse sin sacrificar su calidad de vida. Este ahorro se puede hacer de manera independiente, es decir, con la institución financiera que la persona prefiera, o mediante una Administradora de Fondos para el Retiro (AFORE), esta opción está reservada a las personas que tienen un empleador.
Si eres trabajador independiente, serás la única persona que hará aportaciones a ese ahorro, aunque tienes derecho a estímulos fiscales que te podrían ayudar. Si tienes un empleador, entonces las aportaciones a tu ahorro para el retiro son tripartitas, es decir, una parte la aportas tú, otra parte el empleador y otra parte el gobierno, también puedes hacer aportaciones voluntarias que son deducibles de impuestos.
Recuerda estar al pendiente de tus estados de cuenta, ahí podrás ver el rendimiento que tiene tu ahorro, es decir, el ingreso extra que tienes por concepto de intereses; y las comisiones que te cobran por administrar tu dinero. Busca una administradora que tenga beneficios altos y comisiones bajas, esa podría ser la diferencia entre tener independencia financiera en tu vejez o no.
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